La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida

Imagen de Freepik. 

…que decía la canción. Y, efectivamente, no puedo estar más de acuerdo. 

La semana pasada me contactó un cliente para pedirme un presupuesto para una corrección. Después de varios mensajes, llegamos a un acuerdo y su proyecto ya está agendado. 

La sorpresa fue que este cliente vino derivado por un diseñador gráfico al que sigo en Instagram y con el que hace unos meses intercambié algunos mensajes y nos dimos los datos por si en algún momento podíamos derivarnos clientes mutuamente. No nos conocemos personalmente, pero los (¡benditos, por una vez!) algoritmos de internet hicieron que su perfil apareciera en mi feed. Y como soy curiosa (que no chafardera), estuve mirando sus publicaciones. Varias de ellas eran portadas de la revista del Colegio de Economistas de Madrid, y me hizo gracia porque yo he revisado varios números de la revista del Col·legi d’Economistes de Catalunya (CEC). Esa coincidencia fue lo que me animó a enviarle un mensaje para presentarme. 

Ahora bien, ¿por qué he revisado varios números de esa revista? Porque hace unos meses estuve trabajando durante unas semanas en el departamento de Comunicación Corporativa de Grupo Zeta - Ediciones Reunidas (El Periódico, vaya). Y uno de sus clientes es el CEC. 

¿Y cómo llegué a entrar a trabajar en ese departamento? Pues gracias a una profesora que tuve en el curso que hice para obtener el Certificado de Profesionalidad de Asistencia a la Edición. Como en ese momento ella no podía asumir esa tarea, se puso en contacto conmigo y me ofreció esa oportunidad (¡de oro!). 

El curso para el certificado de profesionalidad me cayó en las manos por pura casualidad (o diosualidad, como lo llama una amiga mía). En ese momento estaba en el paro, apuntada como demandante de empleo. Como tal, recibí una newsletter con información que podía ser de mi interés. Y la abrí. Y allí estaba el curso. Y me inscribí. Pero eso ya es otra historia*. 

Total, que la vida te da sorpresas. O que todo está conectado. O que una cosa lleva a la otra, como el Nescafé. 

 

*Puedes leerla aquí.