Inteligencia artificial (una opinión sesgada, subjetiva e inexperta)

Imagen de Freepik generada por IA. Hablando del tema…

Me preguntaron hace un tiempo si me preocupaba el uso de la inteligencia artificial en mi trabajo. Lo cierto es que hasta ese momento no me lo había planteado. No tengo ni idea de qué beneficios puede aportarme ni de qué amenazas puede suponerme.

Tampoco tengo claro cuál se supone que debe ser mi miedo: ¿que una máquina haga mi trabajo? ¿Acaso eso no sucede ya? O sea, tengo lavadora, lavaplatos y robot de cocina. De acuerdo, ellos no "piensan", pero son cacharros que hacen una tarea que antes debía realizar yo.

Según la Wikipedia, el propósito de la IA es la "creación de máquinas que imiten la inteligencia humana para realizar tareas, y que pueden mejorar conforme recopilen información". Supongo que la diferencia fundamental entre mis electrodomésticos y la IA es que esta "aprende" de la información que recibe; evoluciona, en cierto modo, lo que redunda en un beneficio mayor para el usuario final. Esa es la teoría. 

Sin embargo, no sé si es por la edad (esto ya me pilla mayor), o porque no entiendo cómo funciona, o por haber visto todas las películas de Terminator, pero es un tema que eludo totalmente. No me da la vida para tantas cosas. 

Si voy a un quirófano agradeceré enormemente que me opere un robot con precisión milmilimétrica y sin emociones que puedan nublar su "juicio", pero para mi trabajo, aun aprovechando las herramientas que la tecnología pone a mi alcance, sigo prefiriendo el rigor del boli rojo sobre el papel y la experiencia y conocimiento adquiridos tras años de ensayo y error. 

Llamadme anticuada, no os lo negaré. Pero a mí me gusta poner el alma y el corazón en cada proyecto, tratar cada texto como si fuera el único, dedicarle el tiempo y los recursos necesarios. En definitiva, poner todo mi esfuerzo para sacar el diamante que lleva dentro y hacerlo brillar. 

Después de todo, con el corazón es como todos queremos que nos traten.

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